El solsticio de verano llega hoy 20 de junio a las 20:51 h.
Y hoy recuerdo que en el anterior solsticio no dije nada.
El silencio.
Han pasado seis meses y he descubierto que el tiempo avanza independientemente de nosotros, yo iba demasiado deprisa por la vida y no me daba cuenta de que él viajaba en libertad, ya sé que esta es una verdad de perogrullo.
Cuando la vida te arrincona contra la pared tienes dos opciones, dejar que se pare el tiempo para siempre o sacar la cabeza y comenzar a respirar muy fuerte y sacar fuerzas para atrapar el aire y decidir que tienes muchas cosas por hacer, muchas palabras por decir, muchos cafés por tomar, muchos abrazos que dar.
Y al igual que la luz del día vencía a la noche, mi pensamiento me decía que debía de seguir luchando, que tenía muchos amaneceres por delante. Que el Sol era cada vez más poderoso. Y… desde este ordenador trato de proyectar todo el amor que he sentido y recibido en estos tiempos.
Porque descubro que detrás de grandes silencios existen gritos desesperados de lucha. De que no estoy sola, de que no estamos solos. De que hay tanta buena energía en torno a todos nosotros, que no tiene sentido el dolor porque si, sin razón alguna, me abruma la política y los políticos, me aterroriza la guerra, a la cual hemos convertido en cotidiana y la hemos normalizado sin darnos cuenta de sus gritos de dolor, de la necesidad de ayuda, de ser capaces de llegar hasta un¡¡¡ HASTA AQUÍ, YA BASTA!!. Que esta vida cargada de tensión no tiene futuro, nos lleva al abismo.
Sentido común, dialogo entre los contrarios, comprensión.
Son solo mis sueños, pero como decían las abuelas, “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”
Sí, soy utópica, soñadora, como me definió mi insigne profesor de filosofía don Francisco.
Pero si no sueño no saldré de donde me encuentro.
Soñar, soñar y luego luchar, con la palabra, con el gesto con nuestras actitudes.
Tendamos las manos, mirémonos a los ojos y “pa´lante”. Por una vida nueva, generando amor porque al fin y la postre ese amor volverá a nosotros.
Ya lo sé, UTOPIA.
Pero necesito soñar porque solo se sale de esto soñando y luchando, pero sobre todo soñando.
Gracias por ser mis amigos.
Mª Virtudes Várez.
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