¡Feliz solsticio de invierno! (Aunque sea con retraso)
Porque hay ladrones, sí, que están agazapados detrás de las
sombras, por eso temen tanto la luz, y tratan de engañarnos con fuegos, con
luces artificiales que nos deslumbran, una linterna, un foco enchufado a la
red, pero que en el fondo no son luces naturales. En el momento en que se
gastan las pilas o se desconectan de la red, ¡pluf! Se apagan y aparecen como
son.
Recuerdo aquella frase de Machado de “Todo
necio confunde valor y precio”. Y yo soy uno de esos necios que confunde
en ocasiones el valor y el precio, sí, sé que los que me conocéis no me estáis
entendiendo porque el valor y precio creo saber diferenciarlos en la vida
diaria, pero en las relaciones humanas soy en ocasiones lela y confiada, soy de
las que nunca escarmientan, de ahí surge
mi reflexión.” El valor de las personas y el precio por el cual se venden”
Y son estos seres los que están
encargados, los que son responsables de la oscuridad, como la Reina de la noche
de Mozart que con bellos cantos, aquellos cantos de sirena de otras historias,
trata de engañar a Pamino.
Es curioso que la literatura esté tan
completa a este nivel, siempre habrá un
héroe tratando de descubrir y sacar a la
LUZ los cantos de las sirenas, que nos adulan con sus voces, pero estos seres están
tan rodeados de oscuridad que ni ellos
mismos son capaces de darse cuenta del duro
juego que están llevando a cabo. Y solo necesitarían un atisbo de luz,
la luz de la verdad para que les alumbrara
el camino.
Pero aparecerá Zarastro y nos dará una
flauta, que al hacerla sonar nos
hará ver el camino. Y por muchos
intentos que existan de apagarnos las luces seguiremos encendiéndolas. Y no se apagaran porque ni hoy, ni mañana, ni pasado en que aparece el
tópico de la LUZ DE LA NAVIDAD, no , porque de nuestro interior o del interior
de cualquiera de vosotros saldrá una luz, la luz de la verdad, de la justicia y
de un amor verdadero. Porque como en las olimpiadas siempre habrá alguien que
porte la antorcha con el fuego encendido, siempre habrá un Prometeo con valor y
decisión para robar el fuego a los dioses y dárselo a los hombres.
O
por lo menos siempre existirá un soñador que llevará a cabo el intento de hacer
posible esta situación. Ya sé que me vais a llamar utópica, pero sí, lo sé, lo
soy, y en cierto modo gracias a estas utopías y a estos sueños sobrevivo. Caeré
muchas veces y os fallaré, pero no será de forma consciente y llegados a estos
momentos os pido perdón y os pido vuestras manos para comenzar un nuevo año que
nos conduzca a la luz.
MªVirtudes Várez Pérez
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