La
extraordinaria historia de Doña Gracia Mendes Nasi
Por David Domínguez-Navarro
Modern Languages Department - University of Western Ontario
Centro de estudios judaicos.
Cursos:Figuras feninas en las fuentes
Turkos,
djudios, i kristianos,
Todos ottomanos,
Mos tomimos de las manos,
Djurimos de ser ermanos. (1)
Antes
del papel crucial que la Casa Rothschild ejerció en la judería europea durante
el siglo XX, en particular entre los ashkenazim, destacó otra familia singular
cuatro siglos antes, de origen sefardí y posiblemente la más influyente en las
finanzas del imperio otomano; se trataba de la Casa Mendes y, en particular la
cabeza de familia, Doña Gracia Mendes. Este año se conmemora el quinientos
aniversario de su nacimiento, y su papel como protectora de los sefarditas y
una de las figuras más importantes de los judíos exiliados de la Península
Ibérica.
La
unificación política y espiritual de Castilla culminó con la toma de Granada y
la derrota de Muhammad II en 1491, consolidando así los deseos de Isabel la
Católica y Fernando de Aragón. La creación de un estado jerárquicamente
homogéneo afecto también a las esferas de la religión, en donde las minorías
religiosas fueron privadas de sus derechos y forzadas a la conversión y al
destierro (1). El Edicto de Expulsión aprobado el 31 de marzo de 1492 supuso el
final del pasado glorioso de la comunidad hebrea en España. Aunque el número de
exiliados varía según las fuentes y el período histórico en que se compilaron,
entre 160,000 y 300,000 abandonaron los reinos unificados de Castilla y Aragón
(2). El primer lugar de refugio fue el imperio otomano que mediante
autorización de su sultán Bayaceto II recibió a numerosos sefardíes del reino
de Aragón. Alrededor de 3,700 judíos se asentaron en los Países Bajos,
especialmente en las ciudades de Amsterdam y Antwerp (3), y cerca de 10,000
eligieron las ciudades de Livrono, Ferrara, Nápoles y Venecia (4). Pero sin
duda, fue el reino de Portugal el que absorvió un mayor número de exiliados,
aproximadamente 150,000 gracias a la generosa actitud del rey Juan II; sin
embargo, este permiso temporal que autorizaba la estadía de los judíos en suelo
portugués sólo duró un breve espacio de tiempo, hasta 1498, cuando bajo presión
de la Iglesia y el nuevo monarca don Manuel se impuso la conversión forzosa al
cristianismo los judíos del país. A diferencia de España donde la Inquisición
ejercía vigencia desde 1478, en Portugal no se instauró hasta 1535, originando
que numerosas familias conversas mantuviesen prácticas judías en secreto,
creando un considerable número de judaizantes, comúnmente llamados marranos o
anusim. Éste es el escenario sociopolítico en el que se desenvolverá nuestra
protagonista, Beatriz de Luna Miques, conocida más tarde como Gracia Mendes.
Hija de Álvaro y Filipa de Luna, judíos españoles emigrados de Aragón, Beatriz
de Luna nace en Lisboa en 1510. Como familia de conversos judaizantes recibió
su bautismo cristiano, aunque preservó sus raíces y tradiciones judías en
secreto. Su nombre y apellido cambiarán después de su huida de Portugal en
1536, cuando adopta el nombre de Gracia (Hanna en hebreo) Nasi (5). En 1525
contrajo matrimonio con Francisco Mendes, fundador de la Casa Mendes, dedicada
al préstamo y actividades comerciales. El negocio familiar, del que formaba
parte Diogo, hermano de Francisco tenía estrechos lazos financieros con los
Países Bajos (6). La muerte de Francisco Mendes en 1535 y la instauración de la
Inquisición portuguesa en 1536 obligaron a Gracia Mendes y su hija Reyna
abandonar su país natal y establecerse en Antwerp donde continuó las empresas
comerciales emprendidas por su marido, junto a su cuñado Diogo, que había
abierto una nueva sede de préstamo en esta ciudad. Hacia 1540 la Casa Mendes
había acumulado unos beneficios de más de 400,000 ducados a partir de préstamos
concedidos a monarcas europeos (8):
Préstamos bancarios de la
Casa Mendes-Nasi (período 1540-1579 (9):
Deudor
|
Cantidad
|
|
Enrique
II de Francia
|
150,000
|
escudos
|
Calors
V
|
100,000
|
ducados
|
Rey
de Polonia
|
15,000
|
ducados
|
Rey
Juan III de Portugal
|
600,000-1,200,000
|
cruzados
|
Ercole II
d'Este
(Duque de Ferrara)
|
300,000
|
ducados
|
A
raíz de la muerte de su cuñado Diogo en 1540 Gracia traslada el negocio
familiar a Venecia donde continúa con actividades de préstamo de capital. En
1550 se instala en Ferrara donde participa activamente en la vida cultural de
la comunidad judía de la ciudad; es en este centro urbano donde Gracia se
convierte en protectora y mecenas de varios artistas y escritores hebreos como
Alonso Núñes de Reinoso autor de la novela La historia de los amores de Clareo
y Florisea, Samuel Usque y su compendio de historia judía conocido como
Consolación para las tribulaciones de Israel en 1553, o Bernardim Ribeiro y su
novela de corte pastoril Menina e Moça publicada en 1554 (10). Pero sin duda la
mayor contribución llevada a cabo por Gracia fue el apoyo que proporcionó para
la publicación de la Biblia de Ferrara en 1553. La obra en la que participaron
Samuel Usque y el tipógrafo español Yom Tob Athias, conocido bajo su nombre
cristiano de Jerónimo de Vargas, era la versión en ladino o judeoespanyol del
Tanaj; se elaboraron dos versiones de la misma, siendo la primera dedicada a
Hércules, y la segunda edición a Gracia Mendes (11).
Sin
embargo, las tensiones con el Papado, el poder que adquiere la Inquisición
italiana y la recesión económica que asola la región a finales de 1550 obligó a
Gracia a buscar un nuevo refugio menos hostil a sus intereses económicos y
religiosos. En 1553 acepta la invitación por parte del sultán otomano Süleyman
el Magnífico de asentarse en Estambul, transfiriendo las actividades económicas
de la Casa Mendes en la capital otomana. Sus buenas relaciones con la corte y
los sultanes le permitieron desempeñar el cargo de consejera y prestamista del
imperio, sin olvidarse de la población sefardí que vivía en el imperio, a quienes
dedicó parte de sus beneficios con la construcción de escuelas, hospitales y
sinagogas: De esta manera, Gracia Mendes se convierte en La Señora o
Ha-Gevirah, cuyas acciones benefactoras hacia su pueblo son equiparables por
muchos judíos de su época con la hazaña de la reina Esther (12).
Viajes
de Gracia Mendes:
1510
Lisboa - 1535 Antwerp -1540 Venecia 1550 Ferrara -1553 Estambul:
El
hecho más destacado de este período en la vida de La Señora hacia su
pueblo fue la concesión recibida del sultán Süleyman que proponía el
asentamiento de familias judías en la región de Tiberiades a cambio del pago
anual de 1,000 ducados. Esta zona tenía un gran valor espiritual para el pueblo
judío pues era el lugar de donde provendría el Mesías para redimir el mundo, además
del centro cultural donde se compiló el Talmud Eretz Israel. Hacia 1560 el
número de familias en el enclave de Safed ascendía a más de 1,000 (13). El
legado de Gracia fue continuado por su sobrino Don João Miguez (1524-79) quien
una vez establecido en Estambul regresa a sus raíces judías bajo el nombre de
José Nasi; siguiendo los pasos de Gracia, Nasi fortaleció los lazos amistosos
con la corte otomana, en especial Selim II nombrándole su agente diplomático
(14). Asimismo Nasi tomó control del mercado internacional de las especias,
gracias a las conexiones con otras familias de conversos asentadas en los
Países Bajos, y recibió el título de Duque de la isla de Naxos en el sur de
Grecia (15). Álvaro Méndes, primo de Nasi destacó dentro del clan familiar gracias
a sus contactos comerciales. Invitado por Selim II se establece en Estambul en
1569 trayendo consigo una fortuna forjada en Europa de 850,000 ducados. Al
igual que su primo José, Álvaro regresó al judaísmo tomando el nombre de
Schlomo Aben Yaesh. Entre sus principales logros destacó su nombramiento como
Duque de la isla de Mytelene, y el apoyo británico al imperio otomano que
terminó con el dominio de los franceses en el Mediterráneo (16).
La
muerte sorprendió a Gracia en 1569, pero el lugar de su entierro, y las causas
de su defunción son un misterio. Pudo haber fallecido en Tiberiades, o en
Estambul pero no se encontraron registros de su defunción. Un misterio, el de
una mujer que representó el coraje y el esfuerzo de un pueblo, el suyo,
próspero y fortalecido después de un doloroso destierro del país que nunca
olvidaron. Gracia Mendes, al igual Moisés, Elías, Miriam o Aarón no dejó huella
de su muerte; quizás, la labor de esta grandiosa dama, un alma que trabajó al
servicio de su gente y de su añorado Israel no necesitaba tumba, sino ascendió
de vuelta a los cielos después de cumplir con la misión encomendada. Doña
Gracia representa para muchos un ejemplo de coraje, valor y dedicación hacia la
fe judía que llevó siempre de su lado a pesar de las tribulaciones y problemas
que ello conllevaba; pero sobretodo su dedicación y protección hacia los suyos,
un verdadero ejemplo de beneficencia (Tzedaká).
Bibliografía
1. Pamela J. Dorn Sezgin,
“Hakhamim, Dervishes, and Court Singers: The Relationship of Ottoman Jewish
Music to Classical Turkish Music” in Jews of the Ottoman Empire, ed. Avigdor
Levy (Princeton: Darwin Press, 1994), 585.
2. Jane S. Gerber, The Jews
of Spain: A History of the Sephardic Experience (New York: The Free Press,
1992), 133.
3.
Julio Caro Baroja, Los judíos en la España moderna y contemporánea (vol. I, Madrid: Ediciones Arión,
1961), 188-89. Yitzhak Baer suggests that 170,000 in all were expelled from
Castile and Aragon. See Yitzhak Baer, A History of the Jews in Christian Spain
(II Philadelphia: Jewish Publication Society, 1992), 182.
4. Gerber, op. cit., 141.
5. Caro Baroja, op. cit.,
240.
6.Andrée Aelion Brooks, The
Woman who Defied Kings: The Life and times of Doña Gracia Nasi (St. Paul, MN:
Paragon 2002), 26.
7. Brooks, op. cit., 68.
8. Halil Inalcik, “Capital
Formation in the Ottoman Empire” in The Journal of Economic History 29.1
(1969), 121
9. Halil Inalcik and Donald
Quataert, eds., An Economic and Social History of the Ottoman Empire, 1300-1914
(New York: Cambridge University Press, 1994), 214.
10. Brooks, op. cit., 264-65.
11. Cecil Roth, “The Marrano
Press at Ferrara, 1552-1555” in The Modern Language Review 38.4 (1943), 309.
12. Brooks, op. cit., 421.
13. Brooks, op. cit., 435-40.
14. Cecil Roth, The House of
Nasi; The Duke of Naxos (New York: Greenwood Press, 1948), 7.
15. Daniel Goffman, “Jews in
Early Modern Ottoman Commerce” in Jews, Turks, Ottomans: A Shared History,
Fifteenth through the Twentieth Century, ed. Avigdor Levy (Syracuse: Syracuse
University Press, 2002), 19.
16. Stanford J., Shaw, The
Jews of the Ottoman Empire and the Turkish Republic (Hampshire, UK: MacMillan
Ltd, 1991), 92.