Soy la abuelita cebolleta, pero en este caso me reafirmo en mis ideas y quiero seguir siéndolo.
Este es uno de esos días en que gracias a Dios no son días “D”, pero para
mí si lo es, es un día especial, y es especial por su significado que intento
no olvidar, y vienen a mis ojos las imágenes de mi clase, hace más de cuarenta
años, y a don Samuel nuestro gran “MAESTRO”, el profesor de Geografía Física,
llegar con la noticia del 25 de abril,
unas noticias muy esperadas en nuestro país, la democracia, el fin de una
dictadura. Luego llegarían las primeras imágenes, las tópicas de un clavel en
la boca de un rifle y sobre todo el silencio que nos recorrió a todos cuando d.
Samuel comenzó a hablar. Y aquella noche en un viejo transistor Philips, porque
era lo que había, era lo que teníamos, a las 23 h. conectábamos ese trasto, que
con muchas interferencias nos permitía escuchar Radio París y confirmar lo
sucedido y conseguir más información. ¡¡¡Eran los tiempos!!! Tiempos de sueños y esperanzas.
Y tengo algo físico que me recuerda este día y que me siento
afortunada de tenerlo y es el original del trabajo que sobre estos hechos
realizó y expuso mi compañero y amigo José R. Valero.
Eran tiempos de lucha por
los derechos que cada día hoy vamos perdiendo como si fuera natural el
perderlos.